miércoles, 1 de octubre de 2008

30- POR FIN EN CASA












Hola a todos. Son las ocho y veinte de la noche y en casa mis tres hombres duermen... Yo casi no me mantengo en pie, pero quiero despedirme de todos vosotros. Este diario llega a su fin porque ya estamos en casa.

¿El viaje? Bien, muy bien, mucho mejor de lo que nos esperábamos todos, nos lo habían puesto tan negro... Los niños se portaron de maravilla, los viajeros que nos acompañaban en el viaje tuvieron mucha suerte. Xiao Hu se durmió nada más despegar pero a la hora, la chinita que estaba sentada al lado de Mikel quiso salir y, con el movimiento, Xiao Hu se despertó. Todo el viaje despiertos pero muy bien, Pablo con una amiguita del grupo correteando por el avión y Xiao Hu en los brazos de sus aitas, sin parar, pero era lo menos que podíamos esperar. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos en el hotel de Barcelona fueron veintidos horas y media, estábamos agotados. Pero tenemos tal descontrol de horarios que yo para las cuatro de la mañana ya estaba despierta, Mikel y Xiao Hu para las cinco y diez, y Pablo, para las seis y media.

Hoy, nuevamente vuelo para llegar hasta Bilbao. Una horita que ni nos hemos enterado. Lo único que sé es que probablemente tarde bastante en coger un avión para ir de turismo, con este viaje tenemos más que suficiente para una temporadita. En el taxi, desde el areopuerto Xiao Hu venía tenso, expectante, cómo preguntándose: "¿Y ahora, a dónde me llevan?". Supongo que vivirá la misma sensación y temor hasta que pase un tiempo y descubra, sienta, que ésta es su casa, que nosotros somos sus aitas, que Pablo es su hermano y que ha venido para quedarse y crecer con nosotros. Sentimientos de seguridad, afectividad y pertenencia que sólo con el transcurrir del tiempo, y la calidad e intensidad de las horas compartidas van haciéndose realidad dentro de nostros. Con Xiao Hu todavía estamos en la más elemental fundamentación.

Ha entrado en casa en brazos de su padre, temeroso, lloriqueoso; pero en cuanto hemos sacado los juguetes de Pablo y los tres nos hemos puesto a jugar con él, su expresíón ha cambiado... Me lo hubiera comido... La tarde se ha pasado entre juegos, vaciado de maletas, lavadoras y secadoras...

A todos los que nos habéis seguido: gracias. A todos los que habéis "viajado" con nosotros: gracias. Ha sido un auténtico gustazo "hablar" con vosotros cada noche, aunque os confieso que algún día me sentía vencida por el cansancio. Sentarme con vosotros, me ha permitido ir tomando conciencia cada día de cuanto vivía: hacer consciente el viaje, gustarlo más a fondo, dar nombre a cuanto me habitaba en cada momento. Compartir con vosotros nuestra alegría nos ha ayudado a darnos cuenta, con más profundidad si cabe, de la suerte tan inmensa que tenemos, del regalazo que supone en nuestra casa la llegada de Xiao Hu. Desde que tomamos la decisión de acogerle ya nos sentimos afortunados, sospechábamos que sería algo grande para nuestras vidas pero, hoy podemos decir que Xiao Hu es puro regalo y, para nosotros, palabra de Dios.

Mañana será otro día... Mañana comenzará nuestra vida ordinaria, la que no se escribe , la que tan sólo se puede vivir y compartir en el encuentro con los amigos. Estas crónicas se acaban pero empieza la vida... ¡Hasta siempre! Mil gracias a todos y a cada uno.

Mikel + Vicky + Pablo + Xiao Hu